¿Dónde encontrarnos?

Misión

La Cooperativa de Turismo Quipisca Ancestral forma parte importante del proceso de reivindicación territorial y reconstrucción comunitaria que la Comunidad Indígena Quechua de Quipisca está liderando desde distintos ejes. Los mismos que ven el turismo y, en los alcances de esta cooperativa, un gran aliado para propiciar flujos de interacción y posicionar al valle como un destino turístico que impulse el crecimiento de la economía local.

El Valle de los Quechuas

A casi dos mil cien metros sobre el nivel del mar y a 112 kilómetros de Iquique, la capital regional de Tarapacá, en el norte de Chile, se erige Quipisca, un poblado inserto en una quebrada de cielos limpios que posee un microclima singular para las zonas desérticas y un patrimonio arqueológico que aún desconcierta a lugareños y visitantes.

Tierra fértil, de reconocidos frutos e insipientes pirquineros, que se sitúa a 53 kilómetros de Pozo Almonte, en el corazón del Desierto de Atacama, a la que es posible acceder luego de emplamar la Panamericana (Ruta 5) y tomar el acceso de la vía local A-65 con rumbo a las quebradas de la pre cordillera andina.

Paso obligado de antiguos arrieros y caravanas, y un punto de encuentro labrado entre una densa trama de caminos y senderos que salen y llegan de todas las direcciones, las que dan cuenta de las fluidas relaciones y los circuitos de intercambio e interacción. No por nada, en lengua quechua, Quipisca vendría de la conjugación de dos palabras “Que – (Je-pisca)”, lo que de acuerdo a estudios toponímicos se configuraría en una traducción como “un lugar cargado” o “un lugar de carga”.